La Dra. Stephanie Aguilar Luzuriaga, Neuróloga Epileptóloga, realizó sus estudios de Medicina y su primera Especialidad Médica en Medicina General Integral en la Facultad de Ciencias Médicas de La Habana.
Continuó su formación en el Instituto de Neurología y Neurocirugía Dr. Rafael Estrada González en la Habana – Cuba y obtuvo su segunda Especialidad Médica en Neurología.
Realizó a continuación una Subespecialidad en Epilepsia en el Hospital de Alta Complejidad El Cruce- Néstor Kirchner y en el Hospital de Agudos Ramos Mejía, en Buenos Aires – Argentina.
Cursa actualmente su segunda Subespecialidad en Medicina del Sueño en el Hospital Italiano de Buenos Aires – Argentina.
Dedicada al conocimiento y estudios científicos para servir en profesión a quienes desean una valoración y análisis técnico de la situación neurológica al que padecen.
Dos especialidades, dos subespecialidades y 2 diplomaturas, su pasión al desempeño. Y preparación ha logrado becas para congresos y cursos que apoyan y amplían todo el conocimiento para el apoyo a su labor profesional.
La Especialidad de Neurología, tan compleja como apasionante, representa para mí, el modo más sublime de servicio. Durante mi proceso de formación descubrí en la Epileptología una fuente inagotable de inspiración y fascinación.
La epilepsia no es una enfermedad contagiosa, Los pacientes pueden tener una vida normal y no es impedimento para el desarrollo laboral, académico y deportivo.
Un electroencefalograma es una prueba que detecta
la actividad eléctrica del cerebro en tiempo real, en
vigilia y en sueño, mediante la colocación de
pequeños discos metálicos (electrodos) fijados sobre
el cuero cabelludo.
Es una prueba no invasiva,
indolora y segura. Constituye una herramienta
indispensable para evaluar el funcionamiento
cerebral.
Un electroencefalograma es capaz de determinar cambios en la actividad cerebral que pueden ser
útiles para diagnosticar trastornos cerebrales, especialmente la EPILEPSIA u otros trastornos
convulsivos.
El vídeo-electroencefalograma (vídeo-EEG) es una prueba neurofisiológica que permite grabar un vídeo para analizar el comportamiento clínico del paciente y al mismo tiempo realizar un electroencefalograma para estudiar la actividad cerebral de episodios paroxísticos epilépticos y no epilépticos, además de grabar la evolución temporal y el número de anomalías paroxísticas.
Conocida como la prueba estándar para
diagnosticar trastornos del sueño, consiste en
un examen completo nocturno con registro
eléctrico de las ondas cerebrales durante la
vigilia y el sueño, además de monitorizar otras
variables fisiológicas como la frecuencia
cardíaca, el flujo de aire, nivel de oxígeno en
la sangre, posición del cuerpo, frecuencia
respiratoria, esfuerzo respiratorio, actividad
eléctrica de los músculos y los movimientos
oculares.
Constituye una prueba no invasiva,
indolora y segura.
Si bien, por lo general, se realiza por la noche, la polisomnografía se realiza ocasionalmente durante
el día para adaptarse a los trabajadores por turnos que habitualmente duermen durante el día.